Doblepensar

El blog favorito de la mamá de Olavia Kite.


I'm Hating It!


No eran suficientes los alarmantes datos sobre la deficiente calidad e insalubres efectos de los productos ofrecidos por aquella famosa cadena de comidas rápidas, convertida en fenómeno mundial por Ray Kroc: Asumía que una vez cada cierto tiempo no sería dañino para mi organismo, que una simple porcioncilla de papas a la francesa debería seguir siendo aceptable. Sin embargo, dos pequeños sucesos, no muy separados entre sí sobre la línea del tiempo, bastaron para cambiar del todo mi percepción sobre la gigantesca M amarilla y espantarme de ella durante el mayor tiempo posible.

Escena 1: Mi madre invitó a mi tía a almorzar en McDonald's, en la Colina Campestre. El platillo de elección de mi madre fue una hamburguesa; el de mi tía, una ensalada césar. Casi al término de la comida, mi tía desdobló distraídamente una hoja de lechuga. Me imagino la cara que debió haber puesto al encontrar en el aparentemente inofensivo pliegue... un gusano rosado deslizándose por el verde alimento. Ante la airada queja, el gerente les respondió:
—¡Pero en El Corral hacen las hamburguesas con lombrices y no pasa nada!

Escena 2: Mi madre, mi hermana y yo decidimos darnos un pequeño festín de comida chatarra. Nuestro destino: McDonald's del parque de la 93. Recordando el incidente de la escena 1, mi madre y yo pedimos hamburguesas sin lechuga. Al término del almuerzo, las tres departimos un rato sobre temas varios. Cuando nos disponíamos a salir, dirigimos una última mirada a la mesa, tan sólo para encontrar una pequeña cucaracha recorriendo las formas marrones de la bandeja que ante nosotras reposaba. Llenamos el cuaderno de sugerencias y le informamos del incidente a una empleada. "Lo siento; lo tendremos en cuenta", fue su respuesta.

No tengo por qué volver a comer esa basura. ¿McDonald's? No, gracias; prefiero vivir.


SUENA: Around the World in Eighty Days




Cinco para perder el tiempo

La programación normal de Doblepensar continuará después de estos mensajes.

 
1) ¿Cuál es tu opinión sobre la poesía?
Esta pregunta se me hace como de cita a ciegas cuando se acaba el tema. Sólo diré, sin ahondar en el tema, que prefiero la poesía en inglés. No me pregunten por qué, creo que al único que le he explicado es a Changhee.

2) ¿Memorizaste alguna vez un poema para a decírsela a alguien después? ¿Se la declaraste?
Me aprendí "A Margarita Debayle" (Rubén Darío) cuando era muy chiquita, pero no era para declamársela a nadie sino porque me fascinaba. Aún me gusta. Creo que todavía puedo recitarlo.

3) ¿Alguna vez has escrito o tratado de escribir un poema?
Muchas veces. Siempre en inglés.

4) ¿Quién es tu poeta favorito?
Elizabeth Barrett Browning.

5) ¿Cuál es tu poema favorito y por qué?
El soneto VI de la autora anteriormente mencionada. Me recuerda una situación muy parecida en mi vida.

Me voy. Si no fuera por las conversaciones que he llevado a cabo durante estas horas mañaneras y mis averiguaciones sobre cupos en ciertas clases, diría que acabo de perder valiosos minutos de mi dulce y joven vida. 

 
SUENA: Funky Monkey — Beastie Boys




Las cinco y anuncio

Estoy en la lista de Las cinco del viernes, pero hace muchas semanas no contesto ni una. Tengo, entonces, varias opciones para perder tiempo y espacio en vez de dedicarme a los botoncitos que adornarán el blog de mi hermana de tal manera que termine pareciéndose a la colección de letreros extraños que mantiene en su cuarto. Las dos tenemos fiebre de los dichosos botoncitos de 80x15. Ahora que lo pienso, también debería terminar mi proyecto del mes para The Alchera Project... Hm...

Veamos entonces... respondamos cualquiera. Me da pesar salirme de la lista que produjo mi primer contacto con el blog de al lado. Por cierto: ¡Hey, usted, señor dueño del blog de al lado! Tengo su CD y no tengo intención alguna de hurtarlo. Si la idea de un aburridor café/té/helado/pan con Colombiana con la Kite esa le produce escalofríos, diga con quién le mando su bienamado disquito y lo tendrá en un santiamén.


1) ¿Cómo te relajas?
Con música. Toco guitarra, pongo algún CD, canto canciones de Billy Joel muy duro... O me pongo a dibujar o bordar.
 
2) ¿Cuántas horas sueles dedicarle a dormir?
De 1 a 10. Depende de cuánto trabajo dejé para último momento o cuánto tiempo perdí en Internet.
 
3) ¿Te cuesta trabajo dormir o duermes como un tronco?
¡Como un tronco!
 
4) ¿Tienes una postura favorita (para dormir eh?)?
Hacia un lado.
 
5) ¿Cuál es el sitio mas raro donde te has dormido?
Recuerdo haberme dormido en el sofá durante un matrimonio, pero estaba chiquita. Durante la excursión de grado, cada vez que anunciaban que había paseo a discoteca yo me iba derechito al cuarto a caer como piedra. Pero eso era una cama. De resto... creo que no he tenido el placer de dormir en un lugar distinto a cama, hamaca o colchoneta. Me muero por dormir en un futon.
 
 
SUENA: Jenny — Less Than Jake




sergio dice:
si uno escribe un post en un blog, y no tiene sistema de comments... realmente ha escrito un post en un blog?

3x5 - Clotaire a des lunettes! dice:
un post sin comments es un árbol que cae en el bosque y nadie lo oye

sergio dice:
exacto
 
 
SUENA: Home Again — Carole King




¡Clotario tiene gafas!

Veamos...
 
Izquierda

Centro

Derecha

Esto lo dijo otra persona.


Esto es de otro color.
  1. Uno
  2. Dos
  3. Tres
  • No es uno
  • No son dos
  • No son tres
La foto no se pudo subir, o sea que el botón es inútil. Pongamos algo, de todos modos. No hay botón para tachar... ¿lo pondrán algún día?
 

 
Creo que jamás me acostumbraré a mis nuevas gafas. Ahora sí que tengo kaleidoscope eyes.
Y en el momento más indicado...
 
 
SUENA: Lucy in the Sky with Diamonds — The Beatles




La femme à l'ombrelle

No importa cuántas ideas intente musitar, ella me sigue mirando desde su día perfecto. Y yo acá, con una mano helada y la mente retorcida, no hago sino estirar los dedos para tocar la cálida atmósfera —¡o tan siquiera una brizna de hierba!—, negándome a tapar el sol que mis pies no han palpado con la metálica persiana de mis palabras.


SUENA: Força — Nelly Furtado




Faites la promenade sur le Boulevard des Rêves!



Nous sommes les marcheurs. Nous sommes les rêveurs. C'est notre boulevard.


SUENA: Come Undone — Duran Duran




Onde fica a alameda dos sonhos?



Limitarse a pensar "nadie me quiere todos me odian" no trae soluciones mágicamente. Dejar abandonado el propio clan bajo el pretexto "esto no funciona", en vez de trabajar para mejorarlo, es cobarde. Los codos me duelen de tanto divagar; es mejor que me duelan las muñecas de tanto escribir.

Sí señores, volví a la dirección del Boulevard des Rêves. Sin embargo, no todo es color de rosa en este momento.

Pensaba hacer un gran discurso, pero el computador me ha borrado ya cuatro veces lo que quería decir. En fin, sólo quiero comunicarles a los miembros que a este clan le hace falta un poco de cohesión e identidad. Más o menos sabemos qué somos y qué queremos (¿ah? ¿no lo saben? ¡entonces los veo discutiendo en los comments!). Quisiera saber qué es lo que cada uno cree que lo une a este clan, y espero que no sea simplemente el icono de Monet o la palabra 'sueño'. Sean sinceros y todos participen (los miembros, obviamente). Si veo que nuestras opiniones resultan ser muy dispares, me veré obligada a disolver el clan para que todos estemos en algo que realmente funcione.

Gracias por su atención.


SUENA: algo que parece ser The Calling




And a Fly Hovered Over the Screen...

Érase una vez, en un lejano reino binario, una señorita quien a falta de mejores cosas que hacer se dedicó a mantener un blog dentro de una comunidad de nombre inglés. Lo mantuvo con amor y un poco de obsesión, dándole retoques cada vez que fuera necesario y llenándolo de cuanto código nuevo apareciera en la página principal de la singular comunidad.

Un día como cualquier otro, la señorita decidió abrir un clan. Las razones para hacerlo no fueron suficientes; tal vez quiso un bonito icono al lado de su nombre, tal vez quiso tener la sensación de que el fruto de sus largas horas de ocio tenía algo en común con otros frutos de la misma índole. Dio a conocer su idea pese a una notoria falta de preparación... y una pequeña cantidad de dueños de páginas se acercó a su naciente clan, llamado Boulevard des Rêves.

Pasó el tiempo, porque una de las poquísimas cosas que sabe hacer éste es pasar. Eso y detenerse diez minutos antes del fin de las clases aburridas. Por razones poco claras, la señorita retiró su página de la comunidad, y por consiguiente abandonó su clan. Sin embargo, el tiempo transcurrido fue más fuerte que su voluntad de enclaustramiento virtual, forzándola a regresar. La reaparición en la comunidad se pudo calificar como algo 'normal', como todo aquello que nos negamos a describir ante una evidente falta de emoción circundante. No obstante, el clan que la señorita había dejado al cuidado de su cofundador se convirtió para ella en una entidad extraña, carente de cohesión. ¿Qué clase de identidad tenían los miembros del Boulevard?

Pensando en esto, la señorita dejó pasar más tiempo, convencida de que más tarde arreglaría la situación en el clan abandonado. Pero, ¡qué gran desilusión! Nunca hubo tal arreglo. La señorita, en cambio, pasó algunos días sentada frente a la lista de clanes existentes y pensó en todo aquello que convertía a sus miembros en merecedores de tal título.

—Claro —razonaba ella consigo misma —, si ellos han pasado gran parte de sus vidas juntos, ¿cómo no ser clan? Jamás podría pertenecer allí. Tampoco de ellos; no tengo ese estilo que exuda autoridad y refinamiento.

Así se durmieron sus antebrazos bajo el peso de su barbilla, de sus labios fruncidos en una mueca que terminaba en los sorprendentemente estables aunque pequeños codos. No había solución para este asunto tan nimio. Pertenecía y no pertenecía al mismo tiempo; pertenecía por códigos insertados, pero no pertenecía, no lograba pertenecer así lo intentara en ocasiones. Todo por simple falta de... ¿de qué?

—Así me saldrán callos en los codos —, se reprochó ante una ligera punzada. Se incorporó en la silla y procuró reflexionar sobre alguna otra minucia.


SUENA: Living in America — James Brown




20

Un año en casa después de la montaña rusa. Más de un año transmitiendo letras al mundo inexistente. Casi dos años sintiéndome como Penélope y negándome rotundamente a abandonar esta posición. Dos años sin uniforme escolar. Cuatro años con los dientes y la piel en mejor estado. Cinco años y medio despierta del letargo que me mantenía lejos del espejo. Seis años con la visión borrosa. Siete años reconociendo mi ineptitud social desde la distante silla de una fiesta. Nueve años con la frente al descubierto. Diez años lejos de mi primera mejor amiga. Doce años enamorada del bordado y la tinta china. Trece años con recuerdos de un mar que veía por segunda vez. Quince años marcada por la Zarza. Diecisiete años leyendo. Dieciocho años traspasando personajes de mi mente al papel. Diecinueve años caminando. Veinte años con la luz intermitente del mundo en la cara.
Veinte.
Twenty.
Vingt.
Nijyu.
Dos décadas.
Cuatro lustros.
Veinte años.




Hako no Naka III

Para terminar con el ciclo de posts más inútil de la historia y retirarme de una buena vez a descansar la vista (por cierto, ya me siento mucho mejor y la esclerótica de mi ojo izquierdo ha recobrado su saludable color blanco), terminaré de contarles (¿a quiénes?) acerca de las maravillosas cositas que vinieron en la misteriosa caja que me entregaron una mañana de sábado.

No recordaba que le había pedido al remitente un pin del Hard Rock Cafe Tokyo, así que ésta fue una grata adición a mi colección (ya dirán "uuuy no pues..." pero ni siquiera tengo el de Bogotá, así que... bueno, es una colección que apenas comienza— no, éste no es el primero).




Lo que sí esperaba con fervor —no, en realidad también lo había olvidado pese a haberlo pedido vehementemente— era el útil escolar más importante de mi tímida incursión al mundo de la lengua japonesa:




¡¡TATÁN!! ¡UN MARCADOR-PINCEL! ¡SE ACABÓ LA RASPADERA DE TINTA! ¡AHORA PODRÉ PRACTICAR CALIGRAFÍA DONDE SEA CUANDO SEA! ¡¡¡HURRA!!!


Por último hablaré de lo más curioso que vi en toda la caja. Se trata de una propaganda muy particular en uno de los videos que me grabó el remitente. Aparentemente, ésta es una propaganda de McDonald's como cualquier otra, promocionando la Cajita Feliz, para-pa-papá I'm loving it! (lástima que no digan I'm rubbing it en una hermosa demostración de Engrish.) Sin embargo, al final sale el infaltable Ronald McDonald...




...¿¡con ojos rasgados!?


Sí señores, Ronald McDonald se amolda perfectamente al fenotipo de los aislados habitantes de las islas niponas. Quisiera saber cómo es Ronald McDonald en India, en Vietnam, en Senegal... Oh, vaya, según mcdonalds.com no hay restaurantes en Vietnam ni Senegal, y el Ronald de India es igual al del resto de Occidente... Olvídenlo. ¡Pero en McDonald's Hong Kong Yao Ming promociona las Big Mac!

En fin. Ya que este blog fracasa estrepitosamente en una posible intención de ilustrar, sorprender, divertir, o al menos dar la impresión de que la dueña tiene una vida mínimamente interesante, me voy a abrir el paquete de Kit-Kat con sabor a pie de limón que venía en la caja.


SUENA: All at Sea — Jamie Cullum




Hako no Naka II

Antes de que la gripa, la blefaritis y la queratitis me enviaran derechito a la cama (lo cual significa que no debería estar aquí), abrí la caja y examiné su contenido. No, no había libros de arte, ni DVDs, ni piedras de go, ni fotos, ni sake. Mucho menos había una gata de Foto Japón. Lo primero que noté fue una carta en una mezcla indistinta de inglés, japonés y español.




El remitente me dijo por msn que debía tener cuidado con la gelatina de konnyaku (el konnyaku, por lo que he logrado ver, debe ser un tubérculo). ¿¡Qué!? ¿Gelatina en esta caja? En efecto.




Y no eran estos paquetes lo único comestible. Era una cantidad increíble de paquetes y cajitas de chocolatinas, chicles y frunas, además de aderezo para bolas de arroz. No sé cuánto tiempo me tomará consumir y repartir tanto dulce.




Sin embargo, con la gripa apaleándome, todo parece indicar que mejor espero a que llegue mi cumpleaños para empezar a gozar de todos aquellos manjares. Tampoco puedo empezar a disfrutar los objetos no comestibles (de los cuales hablaré después) si me toca andar con gafas oscuras y sin lentes durante una semana entera. Como venía diciendo, no tengo por qué estar sentada frente a este computador achicando los ojos. Mejor vuelvo a la camita a convalecer.


SUENA: You and I Both — Jason Mraz







XML

Powered by Blogger

make money online blogger templates

The Open List


© 2006 Doblepensar | Blogger Templates by GeckoandFly.
No part of the content or the blog may be reproduced without prior written permission. EekFun

hidden hit counter