Al extremo de la península Kamchatka
0 comentarios Otro delirio de Olavia Kite, hoy jueves, noviembre 06, 2003 a las 12:37 p. m..
Es un buen título... Kamchatka es una península del tamaño de las islas del Japón, tiene muchos volcanes activos como el Klyuchevskoy, rastros de taiga y muchos osos.
Siempre quise decir lo que voy a decir, o no siempre sino desde que me acribillaron por hablar de Rayuela en la página de Miguel. Lo he venido pensando tanto que decidí que lo mejor es hablarlo y hablarlo y hablarlo, sin adornos ni nada, sin pensarlo casi. Quiero aclarar que la culpa no la tiene Cortázar ni su obra. Ellos están muy bien, el señor es uno de los mayores representantes de la literatura latinoamericana, estudioso del cuento, en fin, no le reprocho nada. La culpa la tienen los que del pobre Cortázar hacen un dios cuya palabra se ha de propagar a los fieles del mundo por medio de las Sagradas Escrituras de la sacra Rayuela. Rayuela no es el único libro que hay que leer y después del cual uno a) puede morir en paz o b) trasciende a la siguiente esfera existencial. No ver en Rayuela un modelo de vida no es signo de un bajo coeficiente intelectual o falta de sentimientos, no querer ser La Maga no es sinónimo de ser menos mujer. Tampoco están hechos los libros para citarlos a diestra y siniestra y pensar que al citar las ideas son propias, ergo creer que citando se es mejor que los demás porque se alardea de haber leído el magno libro de libros.
Rayuela es un libro. Un buen libro, no lo niego, pese a que me abrumó y lo mandé lejos. Pero es un buen libro entre muchos buenos libros que se leerán tarde o temprano. Cortázar es un excelente escritor. Me gustan sus cuentos. Pero no es el padre de la vida intelectual moderna. No pensar sobre el autor y su obra como todos los demás piensan no es razón para morir. No temáis discrepar... no por eso seréis menos intelectuales, o menos personas. De opiniones chocantes están hechas las buenas discusiones.
Listo. Lo que tenía que decir está dicho y lo que de allí provenga ya no me importa. Goodnight.
SUENA: City Love — John Mayer
Siempre quise decir lo que voy a decir, o no siempre sino desde que me acribillaron por hablar de Rayuela en la página de Miguel. Lo he venido pensando tanto que decidí que lo mejor es hablarlo y hablarlo y hablarlo, sin adornos ni nada, sin pensarlo casi. Quiero aclarar que la culpa no la tiene Cortázar ni su obra. Ellos están muy bien, el señor es uno de los mayores representantes de la literatura latinoamericana, estudioso del cuento, en fin, no le reprocho nada. La culpa la tienen los que del pobre Cortázar hacen un dios cuya palabra se ha de propagar a los fieles del mundo por medio de las Sagradas Escrituras de la sacra Rayuela. Rayuela no es el único libro que hay que leer y después del cual uno a) puede morir en paz o b) trasciende a la siguiente esfera existencial. No ver en Rayuela un modelo de vida no es signo de un bajo coeficiente intelectual o falta de sentimientos, no querer ser La Maga no es sinónimo de ser menos mujer. Tampoco están hechos los libros para citarlos a diestra y siniestra y pensar que al citar las ideas son propias, ergo creer que citando se es mejor que los demás porque se alardea de haber leído el magno libro de libros.
Rayuela es un libro. Un buen libro, no lo niego, pese a que me abrumó y lo mandé lejos. Pero es un buen libro entre muchos buenos libros que se leerán tarde o temprano. Cortázar es un excelente escritor. Me gustan sus cuentos. Pero no es el padre de la vida intelectual moderna. No pensar sobre el autor y su obra como todos los demás piensan no es razón para morir. No temáis discrepar... no por eso seréis menos intelectuales, o menos personas. De opiniones chocantes están hechas las buenas discusiones.
Listo. Lo que tenía que decir está dicho y lo que de allí provenga ya no me importa. Goodnight.
SUENA: City Love — John Mayer
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