A veces pienso en las cosas que no sé hacer. No sé cocinar, por ejemplo. Tampoco sé escribir cuentos ni nadar. Hasta hace tres años tampoco sabía montar bicicleta. No es una lista de cosas por aprender. Estoy resignada a hacer lo que puedo con las letras, que se debe parecer a lo que hago con los brazos en el agua. Falta de gracia, falta de dirección. Prefiero pensar en mí sentada con el agua hasta el cuello en Tumon. Sola sola sola, mirando las ondas de arena en el fondo superpuestas por la sombra de las ondas de la superficie. La luz va cambiando de color. Explota. Se apaga.
No sé muchas cosas. Tampoco sé a qué viene todo esto.
[ Tap at My Window — Laura Marling ]
No sé muchas cosas. Tampoco sé a qué viene todo esto.
[ Tap at My Window — Laura Marling ]
Etiquetas: guam, observaciones
Yo no sé cantar, no sé bailar, no sé picar verduras, no sé nadar... me gusta mucho la gimnasia artística pero verla en tv porque ay de mí donde me monte en una viga
yo no sé tocar ningún instrumento, no sé cantar, no sé escribir cuentos, no sé cómo estar sola-sola-sola sin angustiarme.
¡Balalaika! ¡Qué alegría volver a saber de ti!
Lucía: Bueh, la soledad con práctica se le coge el tiro.
Yo siempre reaparezco :)