Sancocho de récords
0 comentarios Otro delirio de Olavia Kite, hoy jueves, febrero 22, 2007 a las 5:40 p. m..
Tomado de la Wikipedia:
Reconozco la labor de las personas que generación tras generación se esforzaron en preparar la sopa de pollo y ñame más grande del mundo. Debería reunirme con mis familiares las próximas vacaciones a ver si cogemos un par de ollas grandes y nos dedicamos a romper marcas tan importantes para la humanidad como la dela changua con huevo la sopa de leche, cebolla, cilantro y huevo más grande del mundo.
[ 3/5 of a Mile in 10 Seconds — Jefferson Airplane ]
"En el año 2003, conmemorando el centenario de la república [de Panamá], se hizo el sancocho centenario, el cual entró en los Guinness Records como la sopa de pollo y ñame más grande del mundo al cocinarse más de 2500 galones en una olla de 1470 libras".
Reconozco la labor de las personas que generación tras generación se esforzaron en preparar la sopa de pollo y ñame más grande del mundo. Debería reunirme con mis familiares las próximas vacaciones a ver si cogemos un par de ollas grandes y nos dedicamos a romper marcas tan importantes para la humanidad como la de
[ 3/5 of a Mile in 10 Seconds — Jefferson Airplane ]
Observación (II)
0 comentarios Otro delirio de Olavia Kite, hoy martes, febrero 20, 2007 a las 4:07 p. m..
Cuando un interlocutor se dispone a acabar con un hiato en la conversación (cosa común en comidas o reuniones casuales alrededor de un café), sus labios se separan ligera, casi imperceptiblemente, cosa de un milímetro o menos. La mirada, antes fija en su contraparte —o en objetivos móviles lejos de los ojos de ésta— se detiene de repente en un punto fijo, generalmente a medio camino de los hablantes, flotando suavemente sobre la mesa.
Pasarán varios segundos antes de que los ojos busquen el rostro que pacientemente los espera y la boca se abra un poco más. El encogimiento de hombros que acompaña la toma de aire es señal inequívoca de la llegada al mundo de un nuevo sonido.
Este proceso suele ser preludio de anécdotas o preguntas cuyas respuestas requieran del escucha el alejamiento de la vista en dirección al techo o a la última repisa de alguna estantería lejana.
[ Young Hearts Run Free — Kym Mazelle ]
Pasarán varios segundos antes de que los ojos busquen el rostro que pacientemente los espera y la boca se abra un poco más. El encogimiento de hombros que acompaña la toma de aire es señal inequívoca de la llegada al mundo de un nuevo sonido.
Este proceso suele ser preludio de anécdotas o preguntas cuyas respuestas requieran del escucha el alejamiento de la vista en dirección al techo o a la última repisa de alguna estantería lejana.
[ Young Hearts Run Free — Kym Mazelle ]
Etiquetas: observaciones
No me mola
0 comentarios Otro delirio de Olavia Kite, hoy domingo, febrero 18, 2007 a las 12:31 a. m..
Pues a mí no me mola este nuevo Blogger. Seguro la nueva Coca-Cola era mejor que esto. Me tutea y me invita a abandonar la edición en HTML para terminar con quién sabe qué clase de template tonto.
(Y pensar que acababa de decirle a Mer que pasaría mucho tiempo antes de que sucediera el temido cambio...)
Por cierto, desde que empecé a usar este nuevo template he tenido ganas de volver a tener banner cambiante (sólo porque me costó trabajo decidirme entre el que hay ahora y otro par que hice antes), pero aquí me ha sido imposible. Si alguien pudiera ayudarme o persuadirme de dejar quietos a los Lemmings...
[ Headlights — Sean Lennon ]
(Y pensar que acababa de decirle a Mer que pasaría mucho tiempo antes de que sucediera el temido cambio...)
Por cierto, desde que empecé a usar este nuevo template he tenido ganas de volver a tener banner cambiante (sólo porque me costó trabajo decidirme entre el que hay ahora y otro par que hice antes), pero aquí me ha sido imposible. Si alguien pudiera ayudarme o persuadirme de dejar quietos a los Lemmings...
[ Headlights — Sean Lennon ]
Listeners Killed the Radio Star
0 comentarios Otro delirio de Olavia Kite, hoy sábado, febrero 17, 2007 a las 7:24 p. m..Aranta me encomienda la dura tarea de tomar a mis ídolos musicales, sentarlos en el banquillo y señalarlos con un gigantesco dedo acusador. Acepto con gusto la tarea y aquí vamos.
The Beatles
Love
Queridos Paul y Ringo (en especial Paul):
Sabemos que en estos tiempos difíciles es necesario hacerse al dinero a como dé lugar. Sabemos que en sus estanterías secretas ya no queda ni un solo clip de audio a medio podrir. Que se sacaron la espina de haber dejado que Phil Spector hiciera ochas y panochas con Let It Be. Que le decidieron darle importancia a la banda sonora de una película que para ustedes no revestía mayor importancia en cuanto no fue aceptada como la tercera película que les habían exigido. Que pusieron los #1 que todos conocemos y oímos en todo lado en un disco e igual lo compramos. Pero ya es suficiente. Coger sus canciones y revolverlas todas a ver si esto también nos lo comemos sólo porque en la portada dice The Beatles es demasiado. Por favor vuelvan a sus respectivas giras de conciertos y toquen "Yellow Submarine" para que los fans nostálgicos les pongan cuidado.
Billy Joel
The Bridge
No trae nada interesante. El dúo con Ray Charles está lejos de matarme, y "A Matter of Trust" me gusta pero no como para considerar que salve a este disco.
Jefferson Airplane
Aprovecho este espacio para decir, simplemente, que Jefferson Airplane jamás debió haberse reunido ni caer en dos errores consecutivos llamados Jefferson Starship y Starship. No me importa que hayan la banda sonora de Maniquí; me conmueven los recuerdos, pero no debió haber sucedido. De resto, todo está muy bien.
Queen
Made in Heaven
Cuando se escucha este disco se nota a leguas la ausencia de Freddie Mercury. Está la voz, pero claramente falta el alma. Es como si tras la muerte del cantante le hubieran dejado las pistas vocales a un desconocido para que les pusiera arreglos a su gusto. Al final uno siente que no estaba escuchando a Queen sino algo muy parecido pero no tan bueno.
Nelly Furtado
Loose
Ustedes saben qué sucedió. Por favor, no me hagan repetir historias tristes.
The Mamas and the Papas
People Like Us
Cuando a uno lo ponen a hacer algo de mala gana, se nota. Este disco es lo que pasa cuando uno termina mal con su banda y de repente le dicen que el contrato incluía un disco más por hacer, que es justamente lo que les sucedió a ellos. Insisto: nunca la reticencia fue tan evidente en la música como en este álbum.
Sean Lennon
Into the Sun
Al lado de Friendly Fire este disco es un mero experimento. Con "Home" como único acierto, este disco parece un demo hecho en casa. Me atrevería a decir que no habría manera de que a mí me gustara Sean Lennon de no ser por la aparición del álbum del año pasado. Ahora estoy completamente hechizada, lo que convierte a Into the Sun en un trago pasable como para variar.
Butterfly Boucher
Sólo tiene un disco que resulta ser perfecto.
Wir Sind Helden
No me es posible decidir cuál de los dos álbumes me gusta más. No existe falla en la trayectoria de esta banda.
Y como esto es un meme, por si no se habían dado cuenta, es menester pasarlo a otras personas tras haber pegado el letrerito original, que dice así:
"Reglas: Pon tus bandas favoritas y debajo el peor disco, seguido de una breve explicación. Rueda la invitación a algún amigo después."
Invito a responder a Himura, Maladjusted, Jack y Changhee, con quienes he compartido grandes ratos musicales. Vaya, extraño mucho los ratos musicales.
[ Breathe (2am) — Anna Nalick ]
San Valentín involuntario
0 comentarios Otro delirio de Olavia Kite, hoy miércoles, febrero 14, 2007 a las 9:35 p. m..
Esta tarde encontré un gigantesco sobre ocupando todo el largo y ancho de mi buzón de correo en el dormitorio. En él, mi nombre estaba escrito en japonés y español con marcador negro justo encima de mi larguísima dirección.
Descartando de inmediato la posibilidad de correspondencia corporativa de la Embajada de Colombia, titubeé brevemente en el reconocimiento de la letra. Mi lado pesimista quería creer que todo era un error o una suscripción a una revista de inmigrantes que yo no había pedido. No obstante, al tomar el sobre y leer el nombre del remitente al reverso, me puse a saltar agitándolo para que Marikit, quien a su vez estaba recibiendo buenas noticias del otro lado de la puerta, pudiera verlo.
Lo abrí en la cocina comunal, olvidando el suculento cerdo con mantequilla que me aguardaba en la mesa. Adentro había tres postales sobre las cuales, irónicamente, costaba mucho trabajo escribir debido a que estaban completamente plastificadas. Sería un pésimo chiste agregar que las postales provenían del departamento de Nariño. Había también una carta, y entre sus pliegues, un par de aretes.
Qué fecha para recibir esta sorpresa, me recordó Marikit. Un día después de comentar que en mi vida jamás he recibido flores, varias horas después de decidir que prefiero los lápices a tan perecedero regalo, un rato apenas después de decir "feliz día de San Valentín" con sorna reseca. Nunca fue un día especial para mí, pero este año el día mismo se rebeló y se reveló en forma de lenta correspondencia arribando abierta y vuelta a cerrar a su destino.
La carta la he leído tres veces. Los aretes me los pondré mañana y las postales están a punto de adornar mi cuarto.
[ Sendero — Gustavo Santaolalla ]
Descartando de inmediato la posibilidad de correspondencia corporativa de la Embajada de Colombia, titubeé brevemente en el reconocimiento de la letra. Mi lado pesimista quería creer que todo era un error o una suscripción a una revista de inmigrantes que yo no había pedido. No obstante, al tomar el sobre y leer el nombre del remitente al reverso, me puse a saltar agitándolo para que Marikit, quien a su vez estaba recibiendo buenas noticias del otro lado de la puerta, pudiera verlo.
Lo abrí en la cocina comunal, olvidando el suculento cerdo con mantequilla que me aguardaba en la mesa. Adentro había tres postales sobre las cuales, irónicamente, costaba mucho trabajo escribir debido a que estaban completamente plastificadas. Sería un pésimo chiste agregar que las postales provenían del departamento de Nariño. Había también una carta, y entre sus pliegues, un par de aretes.
Qué fecha para recibir esta sorpresa, me recordó Marikit. Un día después de comentar que en mi vida jamás he recibido flores, varias horas después de decidir que prefiero los lápices a tan perecedero regalo, un rato apenas después de decir "feliz día de San Valentín" con sorna reseca. Nunca fue un día especial para mí, pero este año el día mismo se rebeló y se reveló en forma de lenta correspondencia arribando abierta y vuelta a cerrar a su destino.
La carta la he leído tres veces. Los aretes me los pondré mañana y las postales están a punto de adornar mi cuarto.
[ Sendero — Gustavo Santaolalla ]
Observación
0 comentarios Otro delirio de Olavia Kite, hoy miércoles, febrero 07, 2007 a las 8:03 a. m..
Cuando a un niño de dos o tres años se le entregan dos pelotas al tiempo (o se le presenta una bolsa llena de pelotas para que tome las que desee), lo primero que hace tras agarrarlas firmemente con sus manitas es golpearlas una contra otra repetidamente. Una vez realizado este (tal vez inconsciente) aplauso ritual, procede a jugar.
[ 雲は白リンゴは赤 — aiko ]
[ 雲は白リンゴは赤 — aiko ]
Etiquetas: observaciones
Passiflora
0 comentarios Otro delirio de Olavia Kite, hoy martes, febrero 06, 2007 a las 1:40 a. m..
Los momentos de mayor tensión son sumamente propicios para encuentros inesperados. No es sino que el aire se permee de mi angustia para que las condiciones atmosféricas cambien y el informe del estado del tiempo alerte a los incautos sobre la conveniencia de hablarme sobre temas absurdos, en especial si se trata de consultas.
En alguno de esos días eléctricos me encontré con una ventanita de Messenger desde la cual una desconocida se ahorraba el saludo (¿si no te conozco para qué te voy a saludar?) e iba directamente al grano.
—Oye, ¿cómo se dice en japonés...?
La verdad es que yo me crié como anciana prematura y si hay algo que me disguste es que no me saluden. No como que pasen derecho en un corredor y no me saluden, sino que procedan a pedirme favores sin tener el más leve asomo de calidez humana. Algo así como si mi contacto en MSN fuera un motor de búsqueda.
No creo necesario recalcar que, si bien ya me encontraba en un estado bastante alterado (era época de exámenes), mi nivel de furia creció como espuma de cerveza. Cometí el craso error de recordarle que yo no era un curso de japonés, que además mi nivel no es tan bueno... y contestarle la pregunta.
—Oye pero ¿por qué la partícula... y no la partícula...? Yo tenía entendido que...
Debido a que tiendo a olvidar importantes detalles de episodios fastidiosos, sólo acierto a recordar que la mandé a tomar cursos en vez de venir a preguntarle a cualquier dueña de blog. Y de paso le aclaré que la discusión sobre partículas gramaticales puede tomar horas de clase enteras, que si se fija en el diccionario la partícula "ga" tiene mil y un usos.
—Oye pero no te pongas así que se ve muy feo. Igual me caes bien. ¡Chao!
No volví a saber de esta persona, pero tengo por seguro que he perdido a una lectora. Claro que mínimo ni siquiera leía sino que me encontró por casualidad cuando escribió en Google las palabras "noppo y gonta". Por cierto, queridos buscadores: no poseo material relacionado con Dekirukana, las fotos que había coleccionado se perdieron en un desafortunado accidente y no he tenido la más remota posibilidad de encontrarme cara a cara con Ei Takami.
En fin. Ése no es el episodio más memorable.
El campeón tiene que ver con granadillas en Australia.
Yo no sabía que aquella fruta que no me llegó a gustar sino hasta hace un par de años (después de pasar toda mi infancia resistiéndome a tocarla, hasta que se me olvidó a qué sabía) también se da en el país del bumerán. Ese día me enteré.
Una lectora llegó aquella tarde a preguntar por el nombre de la granadilla en japonés.
—¿Cómo? No sé, no debe tener traducción.
—Sí debe tenerla.
—No porque aquí no hay granadillas.
—¿Cómo así que no hay? Debe haber.
—Pues yo suelo pasar por una frutería de las caras y ahí no hay granadillas.
—No, tiene que haber. ¿Cómo se les llama en japonés? Es urgente.
Para apaciguar los ánimos de mi acalorada interlocutora decidí buscar páginas japonesas relacionadas con el tema. En efecto, el nombre aparecía en romaji (letras occidentales). Mientras tanto ella insistía en que aquí tenía que haber granadilla, si en Australia (¡aquí no más!) se daba. Prácticamente por reflejo empecé a responder sin datos que me respaldaran, al tiempo que continuaba en busca de información sobre la dichosa maraca anaranjada, con tan mala suerte de abrir la Wikipedia cuando era demasiado tarde. Ya le había dado Enter a mi ignorante inferencia "la granadilla sólo se da en Suramérica" cuando, por un lado, me enteré de mi falta de conocimiento en cuanto al cultivo de la Passiflora ligularis. Por otro me gané un regaño: un pequeño pero contundente discurso sobre la falla que constituía el horrible desacierto que yo había cometido.
Supongo que de ahí resulté con una lectora menos, apesadumbrada porque esta humilde (y además pésima) estudiante de japonés no sólo fue incapaz de darle el nombre de la fruta correctamente traducido sino que además vino a aseverar necedades. ¡Qué indignación!
La sensación de extrañeza causada por aquella confusa conversación me ha venido persiguiendo desde entonces. Si llego ir a Australia algún día me tomaré una foto con la fruta, a ver si logro enmendar el daño.
[ Tiny Dancer — Elton John ]
En alguno de esos días eléctricos me encontré con una ventanita de Messenger desde la cual una desconocida se ahorraba el saludo (¿si no te conozco para qué te voy a saludar?) e iba directamente al grano.
—Oye, ¿cómo se dice en japonés...?
La verdad es que yo me crié como anciana prematura y si hay algo que me disguste es que no me saluden. No como que pasen derecho en un corredor y no me saluden, sino que procedan a pedirme favores sin tener el más leve asomo de calidez humana. Algo así como si mi contacto en MSN fuera un motor de búsqueda.
No creo necesario recalcar que, si bien ya me encontraba en un estado bastante alterado (era época de exámenes), mi nivel de furia creció como espuma de cerveza. Cometí el craso error de recordarle que yo no era un curso de japonés, que además mi nivel no es tan bueno... y contestarle la pregunta.
—Oye pero ¿por qué la partícula... y no la partícula...? Yo tenía entendido que...
Debido a que tiendo a olvidar importantes detalles de episodios fastidiosos, sólo acierto a recordar que la mandé a tomar cursos en vez de venir a preguntarle a cualquier dueña de blog. Y de paso le aclaré que la discusión sobre partículas gramaticales puede tomar horas de clase enteras, que si se fija en el diccionario la partícula "ga" tiene mil y un usos.
—Oye pero no te pongas así que se ve muy feo. Igual me caes bien. ¡Chao!
No volví a saber de esta persona, pero tengo por seguro que he perdido a una lectora. Claro que mínimo ni siquiera leía sino que me encontró por casualidad cuando escribió en Google las palabras "noppo y gonta". Por cierto, queridos buscadores: no poseo material relacionado con Dekirukana, las fotos que había coleccionado se perdieron en un desafortunado accidente y no he tenido la más remota posibilidad de encontrarme cara a cara con Ei Takami.
En fin. Ése no es el episodio más memorable.
El campeón tiene que ver con granadillas en Australia.
Yo no sabía que aquella fruta que no me llegó a gustar sino hasta hace un par de años (después de pasar toda mi infancia resistiéndome a tocarla, hasta que se me olvidó a qué sabía) también se da en el país del bumerán. Ese día me enteré.
Una lectora llegó aquella tarde a preguntar por el nombre de la granadilla en japonés.
—¿Cómo? No sé, no debe tener traducción.
—Sí debe tenerla.
—No porque aquí no hay granadillas.
—¿Cómo así que no hay? Debe haber.
—Pues yo suelo pasar por una frutería de las caras y ahí no hay granadillas.
—No, tiene que haber. ¿Cómo se les llama en japonés? Es urgente.
"Mocos de elefante", les llamaba una niña del colegio a las granadillas. Ahora que lo pienso, el moco de un elefante tiene un aspecto completamente distinto.
Para apaciguar los ánimos de mi acalorada interlocutora decidí buscar páginas japonesas relacionadas con el tema. En efecto, el nombre aparecía en romaji (letras occidentales). Mientras tanto ella insistía en que aquí tenía que haber granadilla, si en Australia (¡aquí no más!) se daba. Prácticamente por reflejo empecé a responder sin datos que me respaldaran, al tiempo que continuaba en busca de información sobre la dichosa maraca anaranjada, con tan mala suerte de abrir la Wikipedia cuando era demasiado tarde. Ya le había dado Enter a mi ignorante inferencia "la granadilla sólo se da en Suramérica" cuando, por un lado, me enteré de mi falta de conocimiento en cuanto al cultivo de la Passiflora ligularis. Por otro me gané un regaño: un pequeño pero contundente discurso sobre la falla que constituía el horrible desacierto que yo había cometido.
Supongo que de ahí resulté con una lectora menos, apesadumbrada porque esta humilde (y además pésima) estudiante de japonés no sólo fue incapaz de darle el nombre de la fruta correctamente traducido sino que además vino a aseverar necedades. ¡Qué indignación!
La sensación de extrañeza causada por aquella confusa conversación me ha venido persiguiendo desde entonces. Si llego ir a Australia algún día me tomaré una foto con la fruta, a ver si logro enmendar el daño.
[ Tiny Dancer — Elton John ]
Hace dos días se metieron los ladrones al dormitorio.
Sí, los ladrones. Los residentes no lo podíamos creer.
—¿Eso también pasa acá?
—¿El ladrón era extranjero?
—¿¡Qué!? ¿¡Japonés!?
El vigilante más joven de la universidad decidió hacer uso de su llave maestra para entrar al cuarto de una de las tutoras del edificio, con tan mala suerte de encontrarla ahí mismo, durmiendo. Lo despidieron en el acto, pero no supe si lo denunciaron.
Ayer cambiaron las cerraduras de todos los cuartos. Nadie se ha dado cuenta, pero pese a la cantidad de cosas terribles que salen en el periódico cada día, los extranjeros mismos estamos convencidos de que los japoneses de ninguna manera cometerían un crimen, que en este país nunca pasa nada.
[ This Town — Hot Hot Heat ]
Sí, los ladrones. Los residentes no lo podíamos creer.
—¿Eso también pasa acá?
—¿El ladrón era extranjero?
—¿¡Qué!? ¿¡Japonés!?
El vigilante más joven de la universidad decidió hacer uso de su llave maestra para entrar al cuarto de una de las tutoras del edificio, con tan mala suerte de encontrarla ahí mismo, durmiendo. Lo despidieron en el acto, pero no supe si lo denunciaron.
Ayer cambiaron las cerraduras de todos los cuartos. Nadie se ha dado cuenta, pero pese a la cantidad de cosas terribles que salen en el periódico cada día, los extranjeros mismos estamos convencidos de que los japoneses de ninguna manera cometerían un crimen, que en este país nunca pasa nada.
[ This Town — Hot Hot Heat ]
Remodelando
0 comentarios Otro delirio de Olavia Kite, hoy jueves, febrero 01, 2007 a las 5:50 p. m..
El nuevo template se niega a cooperar.
Vamos a torturarlo a ver si nos da un par de nombres.
[ Nur Ein Wort — Wir Sind Helden ]
Vamos a torturarlo a ver si nos da un par de nombres.
[ Nur Ein Wort — Wir Sind Helden ]